Es difícil para el hombre desde su misma humanidad aceptar sus errores, y es tal vez a partir de esto que tratamos de ocultar todo aquello que como consecuencia de nuestros actos tiene resultados insospechados y su solución no esta a nuestro alcance. La negación es el único camino que tenemos para evadir lo que evidentemente ocurre a nuestro alrededor, estamos cegados ante los cambios que se están dando, nuestra cobardía no nos deja reconocer que nos equivocamos, y peor aún que lo seguimos haciendo.
Aceptar nuestra responsabilidad llevaría al planteamiento de una actitud de cambio; pero esto no esta en nuestro planes, incluso si llegara a estarlo sería demasiado tarde para poder hacer algo y remediar el daño que nos negamos a admitir.
Es una verdad que se hace evidente cada día más, pero que se oculta más profundamente a partir de nuestro ego y “superioridad” ante la naturaleza.
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